December 08, 2006
Mount Abu
La última escala del viaje por Rajasthan y Agra es Mount Abu. Casi un punto límite antes de volver a Gujarat, Mount Abu es un pueblito de montaña, situado a mas de 1500 mts. Subimos por un terreno escarpado en zig zag. Una colonia de monos blancos nos mira pasar, acostumbrados al desfile de micros de turistas.
A medida que subimos, la montaña se va poblando de palmeras.
En Mount Abu, se tiene la sensación de estar en alguna isla del caribe. Hay que recordar varias veces que estamos arriba de todo: las calles serpentean por el ritmo tranquilo del pueblo. Más palmeras decoran edificios antiguos y derruidos de estilo inglés. Los pobladores andan despacio, en bicicletas.
El pueblito entero es un laberinto sumergido en una olla entre los cerros verdes. En el centro, un lago artificial construído hace siglos. Alquilo un botecito a pedal y doy una vueltita, para tener una perspectiva del pueblo desde el agua. Mount Abu es también muchos mercados de artesanías y baratijas. Debo confesar que los precios son mejores que en muchos lugares, pero nada supera en calidad a Jaipur. Acá se encuentran chucherías, y buenos precios, aunque fijos y sin regateos. Es un lugar para venir a escaparse, inclusive de los tours masivos. La mejor forma de disfrutarlo es caminando los mil senderos, perderse por enésima vez, alquilar una bici o una scooter. Y decidir tener tiempo para sacar mil fotos.
A la mañana del segundo día nos llevan a un centro de meditación y raja yoga. Luego, a un lugar de peregrinación hindú en lo más alto de la montaña. Hasta 100 metros antes de llegar uno puede encontrar negocios de lo que sea, y gente ofertando limones con pimienta y sal, choclos asados, pinturas religiosas, Coca Cola o Pepsi, la biblia y el calefón. Las mejores fotos están aquí, no en la panorámica nubosa del paisaje, sino en los gestos y en los haceres de la gente.
A medida que subimos, la montaña se va poblando de palmeras.
En Mount Abu, se tiene la sensación de estar en alguna isla del caribe. Hay que recordar varias veces que estamos arriba de todo: las calles serpentean por el ritmo tranquilo del pueblo. Más palmeras decoran edificios antiguos y derruidos de estilo inglés. Los pobladores andan despacio, en bicicletas.
El pueblito entero es un laberinto sumergido en una olla entre los cerros verdes. En el centro, un lago artificial construído hace siglos. Alquilo un botecito a pedal y doy una vueltita, para tener una perspectiva del pueblo desde el agua. Mount Abu es también muchos mercados de artesanías y baratijas. Debo confesar que los precios son mejores que en muchos lugares, pero nada supera en calidad a Jaipur. Acá se encuentran chucherías, y buenos precios, aunque fijos y sin regateos. Es un lugar para venir a escaparse, inclusive de los tours masivos. La mejor forma de disfrutarlo es caminando los mil senderos, perderse por enésima vez, alquilar una bici o una scooter. Y decidir tener tiempo para sacar mil fotos.
A la mañana del segundo día nos llevan a un centro de meditación y raja yoga. Luego, a un lugar de peregrinación hindú en lo más alto de la montaña. Hasta 100 metros antes de llegar uno puede encontrar negocios de lo que sea, y gente ofertando limones con pimienta y sal, choclos asados, pinturas religiosas, Coca Cola o Pepsi, la biblia y el calefón. Las mejores fotos están aquí, no en la panorámica nubosa del paisaje, sino en los gestos y en los haceres de la gente.